Un lugar para ver
Sus frondosos y verdes prados, sus “carballeiras” milenarias, sus riberas del Tambre y Barcala proporcionan a la vista un placer inigualable. Un paseo por las nubes.
El pasado está presente en A Baña a través de números vestigios arqueológicos, algunos de ellos en buen estado de conservación: en la parroquia de San Xoán de A Riba, entre las aldeas de Carballeira y Ferreiros hay una pequeña laguna rodeada de 4 mámoas, monumentos funerarios de la cultura castreña.
La iglesia de Lanas cuenta con restos románicos y la de Monte es de gótico tardío.
En O Barro podemos admirar el Pazo de Leis o Casa do Barro, en la parroquia de Corneira el Pazo de Feraces y en el lugar de Cores se encuentra la Casa Solariega de San Xoán de Barcala.
Un lugar para oír
En la actualidad estamos rodeados de ruido, coches, bocinas, industria, pero todavía hay sitios donde la tranquilidad y el silencio se pueden escuchar, uno de esos sitios es A Baña. El murmullo de los ríos, el trino de los pájaros, el croar de las ranas o el característico “cri, cri” de los grillos son sonidos que todavía se pueden oír por aquí. Pero hay más, la banda infantil alegra nuestras orejas con sus melodías, igual que la Big Band (a punto de grabar un disco). Sin olvidar las clases de pandereta y los cursos de gaita que refuerzan nuestra identidad en los más pequeños y la valoran en nuestros mayores.
Un lugar para oler
El aroma de la cocina a fuego lento nos sorprende a cada paso, aunque, quizás, valoremos más el olor a hierba recién cortada, a tierra recién mojada por la lluvia que trae a nuestra memoria los más bellos recuerdos infantiles, cuando de niños salíamos a jugar al escondite, al pilla-pilla o a “indios y vaqueros”.
Un lugar para saborear
Variadas y caseras posibilidades gastronómicas nos ofrece esta localidad, donde tienen la buena costumbre de no olvidar el cocinar pausado y sin prisas con que antaño se preparaban los alimentos. Su tenacidad les ha llevado a recuperar, con total éxito, una tradición que a punto estuvo de desaparecer: la filloa da pedra. Reivindicó con fuerza su sitio y cada segundo domingo de marzo tenemos una cita con la historia. Los visitantes que hasta aquí se acercan por tal motivo ya son cientos y pueden comprobar de primera mano el trabajo artesanal que conlleva esta feria: el amoado, principal ingrediente, es elaborado con harina de trigo del país, sal gorda, agua o caldo y huevos frescos y caseros, toda esta mezcla se vierte sobre la piedra que deberá mantener un calor de 170º para que todo salga correcto. Una vez preparadas las filloas se las complementa al gusto, lo que le dará un sabor dulce o un sabor salado, ustedes deciden.
Un lugar para sentir
Pero A Baña es algo más que fiesta y tradición, es respeto por los mayores y por los más pequeños. Muchas de las actividades que el ayuntamiento organiza están encaminadas a su bienestar: preescolar en casa, curso de educación y tiempo libre, campamento urbano, expresión corporal y teatro, fiesta de nuestros mayores, club de lectura en gallego, viajes de la tercera edad o dinamización de adultos. Hay muchas más acciones, todas ellas encaminadas a mejorar la vida de los vecinos de este bonito ayuntamiento, como pueden ser los programas de conciliación familiar.
Porque el objetivo de todo esto es crear un LUGAR PARA VIVIR.
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